Contenidos

jueves, 12 de diciembre de 2013

Nunca es tarde si sigues a tu intuición

Hoy no os voy a hablar de eventos en estado puro, pero sí de la importancia de seguir a tu intuición, de seguir esas señales que te llevan hacia tu sueño.
En el curso pasado, uno de los trabajos de la asignatura de Publicidad fue que hablásemos sobre nuestro elemento, y tras visualizar en Redes (RTVE) un documental sobre que cada persona tenía su elemento y que solo era cuestión de tiempo el encontrarlo, me puse manos a la obra y comencé a escribir...

La historia de mi elemento

“Descubrir tu pasión lo cambia todo, esta es  la última pieza  del puzle, cuando descubres cuál es tu elemento, aquello con lo que te sientes cómoda, con lo que imaginas un futuro y no te importa el esfuerzo que tienes que hacer para conseguirlo.
Mi elemento a lo largo del tiempo siempre estuvo ahí, acechando en muchos momentos de mi vida y yo sin darle ninguna importancia, mi vida seguía…
Pero llega el día en el que te das de bruces con tu elemento, tu pasión, con aquello que ha estado y está en tus sueños.
Mi elemento tiene que ver y mucho con el camino que elegí hace unos meses, la Organización de Eventos
Desde muy pequeña mis juegos eran organizar los juegos de mis hermanas, organizarles sus bodas con el vestido de novia de mi madre, organizarles entre juegos sus vidas cuando fueran mayores, recuerdo esos juegos como los más felices que viví en mi infancia , e ironías de la vida , con seis años mi elemento estaba ahí, junto a mí.
También recuerdo con mucha nostalgia cuando le hacía el nudo a la corbata de mi abuelo, siempre me pedía que se lo hiciera, me encantaba verle con mis nudos hechos.
Voy creciendo y sigo organizando….tanto en mi vida personal como en mi vida laboral, organizaba entre mis compañeros de trabajo los regalos de cumpleaños del resto, las cenas que hacíamos fuera del trabajo y seguía organizando…
Y llegó mi boda  y como no, fui la organizadora del evento…siempre organizando, me sentía como pez en el agua, no me importaba el tiempo y el esfuerzo  que requería el conseguirlo.
Tiempo  después, mi vida laboral tras tantos años no me llenaba y tenía que volver a empezar de nuevo, a reinventar mi vida, pero esta vez con mucha más experiencia y con mayor claridad, tenía claro que esta vez mi elemento iba a tomarse en cuenta.
Y así fue,  unas semanas antes de que mi relación laboral con la última empresa acabara, decidí retomar mis estudios desde el mismo punto en el que los deje casi quince años atrás, estudiaría el acceso a la universidad y una carrera que me gustaba desde siempre, Historia del Arte, pero un día como otro cualquiera descubro una titulación nueva, que años antes la había estado investigando como titulación propia, algo que tenía que ver con mi elemento.
Todo estaba ahí para que yo lo hiciera, para que diera el gran salto, era el principio de mi camino y tenía la certeza o corazonada que mi elemento por fin había salido de su escondite.
Me equivocaré, lo sé, como tantas veces hice a lo largo de mi vida pasada, pero cada error que hubo en mi vida fue un paso más para el descubrimiento de lo que me apasionaba, mi elemento.
La vida te enseña que cada error y camino equivocado es el principio del comienzo de un nuevo camino, un camino todavía sin huellas, un camino que tienes que comenzar a andar , pero siempre con la ilusión y las ganas de ser cada día mejor profesional y, sobre todo mejor persona.