Hace unas semanas estuve en una práctica con motivo de los premios que anualmente el Consejo Social de la Universidad Miguel Hernández otorga por su implicación y labor social a investigadores, estudiantes, docentes, empresas e instituciones.
Una iniciativa que con esta ya son nueve ediciones las que se está reconociendo el trabajo de unos profesionales de distintos sectores.
Protocolariamente hablando, no hubo nada distinto a otras prácticas que he realizado en la Universidad, pero el acto en sí fue muy distinto, la alegría del reconocimiento por un trabajo bien hecho se reflejaba en las caras de todos los premiados. Indudablemente fue un acto emotivo y diferente en los que siempre sigues aprendiendo.
Una iniciativa que con esta ya son nueve ediciones las que se está reconociendo el trabajo de unos profesionales de distintos sectores.
Protocolariamente hablando, no hubo nada distinto a otras prácticas que he realizado en la Universidad, pero el acto en sí fue muy distinto, la alegría del reconocimiento por un trabajo bien hecho se reflejaba en las caras de todos los premiados. Indudablemente fue un acto emotivo y diferente en los que siempre sigues aprendiendo.